Pau Salinas nos presentó el pasado día 27 de junio su particular visión de la Ciudad que Nunca Duerme, captada a través de su objetivo. Nueva York es una ciudad de contrastes, de luces y sombras, un crisol de culturas donde tienen cabida personas, situaciones y estampas únicas que difícilmente podrían hallarse en otro lugar del mundo. Moderna y bulliciosa, la ciudad ofrece diversas lecturas de su fisonomía, habitantes y numerosos visitantes, las cuales trataremos de desgranar desde las más típicas a las más inverosímiles, creando un collage de la gran urbe a través de las fotografías que integran la exposición. Nada mejor para evidenciar estos contrastes que el ojo y la lente de Pau Salinas, que son su magistral dominio del blanco y negro ofrece un espléndido vehículo para tomar el pulso, a veces acelerado, otras en letargo, otras arrítmico, de la Gran Manzana.